Había pasado una semana desde que Clockmon nos enseñó la maqueta de su invento, y el supuesto prototipo que estaba acabando y que le iba a permitir viajar por el tiempo a voluntad. El Digimon se retrasó, y al final llegó con un aspecto algo cambiado, incluso con algunos engranajes que parecía que iban a saltar al más mínimo golpe. ¿Qué le había pasado? En las siguientes líneas os explico el inicio de la historia que nos relató y que pocos de los allí presentes hemos creído.
Un viaje inverosímil, pero real, según Clockmon, quien afirma que su máquina del tiempo es funcional
«La máquina la acabé unos pocos días después de nuestra anterior reunión, y casi por fortuna, acabé utilizándola. Así, comprobé como el tiempo a mi alrededor comenzaba a transcurrir más rápidamente, al accionar la palanca de aceleración. Los días y las noches comenzaron a transcurrir uno tras otro y, finalmente, el cielo se tornó de un color gris que me es difícil describir, puesto que no había visto nada similar en toda mi vida digital. Finalmente, cuando dejé de accionar la palanca, me vi en un Mundo Digital totalmente diferente al que conocemos».
«Cuando me detuve, pude comprobar que el Mundo Digital estaba dividido en secciones circulares. Era una tierra completamente plana la que se extendía ante mí, y estos círculos, que en ningún momento chocaban entre ellos, encontrábamos secciones de selva, de mar, desérticas, de todo tipo, en definitiva, y el espacio que había entre ellas era de un color verde grisáceo en el que no había nada de nada».
«Al bajar de la máquina, quité las dos palancas, para que nadie pudiera accionarlas y así quedarme atrapado en el futuro; y entonces me dispuse a explorar el círculo que más cercano me quedaba, una especie de mar de cuyo borde el agua no salía. Allí no encontré a ningún ser digital, tan solo agua y rocas, todos flotando en un caos sin parangón. Y entonces, cuando logré alcanzar la salida de aquel extraño círculo, pude observar que la máquina del tiempo había desaparecido».
El Mundo Digital Today (EMDT) 